¿Cómo funciona el recubrimiento en polvo y se adhiere a la superficie del metal?
El recubrimiento en polvo es un acabado de alta calidad que se encuentra en miles de productos con los que entramos en contacto a diario. Protege la maquinaria más resistente y robusta, así como los artículos del hogar que usamos a diario. Proporciona un acabado más duradero que las pinturas líquidas, a la vez que ofrece un acabado atractivo. Los productos con recubrimiento en polvo son más resistentes a la pérdida de calidad del recubrimiento causada por impactos, humedad, productos químicos, luz ultravioleta y otras condiciones climáticas extremas. Esto, a su vez, reduce el riesgo de arañazos, astillado, abrasión, corrosión, decoloración y otros problemas de desgaste.
Hay muchos tipos de recubrimientos en polvo, como sistemas de resina polimérica, combinados con curativos, pigmentos, agentes niveladores, modificadores de flujo y otros aditivos. Estos ingredientes se mezclan fundidos, se enfrían y se muelen en un polvo uniforme similar a la harina de hornear. Un proceso llamado deposición por pulverización electrostática (ESD) se utiliza típicamente para lograr la aplicación del recubrimiento en polvo a un sustrato metálico. Este método de aplicación utiliza una pistola pulverizadora, que aplica una carga electrostática a las partículas de polvo, que luego son atraídas a la parte conectada a tierra. Después de la aplicación del recubrimiento en polvo, las piezas entran en un horno de curado donde, con la adición de calor, el recubrimiento reacciona químicamente para producir largas cadenas moleculares, lo que resulta en una alta densidad de reticulación. Estas cadenas moleculares son muy resistentes a la descomposición. Este tipo de aplicación es el método más común de aplicación de polvos. Los recubrimientos en polvo también se pueden aplicar a sustratos no metálicos como plásticos y tableros de fibra de densidad media (MDF).
A veces se aplica un recubrimiento en polvo durante una aplicación en lecho fluidizado. Las piezas precalentadas se sumergen en una tolva de polvo fluidizante y el recubrimiento se funde y fluye sobre la pieza. Puede ser necesario un poscurado según la masa y la temperatura de la pieza, así como el tipo de polvo utilizado. Independientemente del proceso de aplicación utilizado, los recubrimientos en polvo son fáciles de usar, ecológicos, rentables y resistentes.